En mi camino como fisioterapeuta de animales
Fisioterapia canina móvil en Berlín
Todo comenzó con una pregunta en una hamaca en una playa de Panamá:
Manu, ¿qué te hace feliz?
Como profesor de secundaria siempre me gustaba girar a la izquierda y a la derecha del camino. Trabajé socio-pedagógicamente como ayudante de la familia en los llamados "hotspots" sociales, como consultor y gerente de oficina en el agitado negocio político y me probé a mí mismo empresarialmente al fundar y dirigir una escuela de idiomas. Mis perros siempre estuvieron conmigo.
En mi camino como fisioterapeuta de animales, mi dálmata llamado Popo es mi crítico agudo, mi incansable compañero de entrenamiento, mi fiel amigo.
Mi corazón pertenece a los animales viejos y enfermos. Permitir que vivan una vida feliz como ancianos es una preocupación especial para mí.
Haciendo el bien a los animales. Con mucha experiencia, conocimiento y empatía. Esa es la respuesta. Simple. Y simple.